En los últimos días se ha lanzado una propuesta sobre la preparación de los profesores a la hora de impartir una materia. Bajo el símil de hacer algo parecido a un MIR destinado a la docencia, los nuevos profesores tendrían que pasar por un período de prácticas bajo supervisión.
Hasta ahora el único procedimiento para acceder a ser profesor en la educación pública es superar un examen de oposición (bastante selectivo, duro y en alguna prueba muy subjetivo) sin necesidad de haber tenido un contacto previo con el alumnado y sin necesidad de haber adquirido la suficiente experiencia útil para enfrentarse a una realidad bastante diferente a la teoría que se estudia para ser apto en ese examen.
No descartamos ninguna de las dos opciones, ni la oposición, ni el período práctico. Pero habría que añadir unos cuantos matices a ambas.
Con el recurrente sistema de oposición se ponen al día los conocimientos, pero no se demuestra ninguna capacitación pedagógica del profesor. Con este método tan solo se valora el dominio de una materia concreta, pero no se tienen en cuenta cosas muy necesarias como la paciencia, claridad de ideas, educación en valores, disciplina para hacerse con las riendas de una clase, motivación de los alumnos o la transmisión de esos conocimientos.
Con respecto a un método de selección de profesores a través de un "MIR" sería una prueba en la que el aspirante se vería obligado a tomar contacto con la realidad y el día a día en un aula. Y también se enfrentaría a un rango de edades diferente según los distintos cursos, con lo cual cambiaría de escenario y debería adaptar el nivel de las explicaciones para cada caso.
La desventaja de todo esto radica en la subjetividad y diversidad de criterios según el examinador y el evaluado. Por ejemplo si uno de ellos sostiene que es mejor memorizar el texto de una lección y el otro opina que es mejor quedarse con el concepto. Y podría haber más ejemplos. La ecuanimidad debería ser lo que diese credibilidad a este método de selección.
¿Qué sacamos en claro de todo esto? pues que lo más importante es una buena preparación a través de la vocación.
Llevamos un poco más de una década dando clases de muchas formas (en un aula, en el campo, en una academia, en centros de interpretación, a título particular) y hemos conocido a muchos alumnos y alumnas, de todas las edades también. Cada vez que damos clase es como si fuese la primera, por mucho que expliques la misma lección muchas veces. La ilusión es el eje protagonista de nuestra enseñanza.
Fundamental: reunir la actitud para conseguir la aptitud. No puedes hablar a tus chavales de algo en lo que tú no crees. No puedes hacer una dinámica con ellos si tú no participas. No puedes intentar inculcarles valores si tú no cumples con el ejemplo.
Hoy en día hay muchas personas que se autodenominan "educadores", sin preparación ni motivación y sin haber pasado por un proceso de prueba. Y con esta etiqueta parece que se les abren las puertas. Ni con MIR ni con oposición se selecciona la vocación.
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Un profesor por todo lo alto |