Para aquellos que decidieron caminar sin rumbo fijo y aterrizaron en un lugar como éste. Aquí tenéis vuestro sitio.

sábado, 29 de agosto de 2020

Muerte y renacimiento

En una fecha muy especial para nosotros, queremos ofreceros la magnífica animación de Fantasía 2000 con la suite de Igor Stravinsky, una maravillosa sinfonía de de muerte y renacimiento.







miércoles, 19 de agosto de 2020

Para los amantes de los superhéroes

¿Te gustan los superhéroes? Acabamos de abrir otro blog titulado "Sol Oscuro", en el que, además de un montón de historias de nuestra propia cosecha y de dibujos inspirados en un nuevo universo de ficción superheroica, encontraréis una sección de "Materiales didácticos". Y es que el oficio nos tira, y no podemos evitar unir nuestras dos aficiones y crear historias que pueden aprovecharse para tratar distintos temas de ciencia. Os invitamos a pasaros por allí y echar un vistazo. Si sois docentes, todo lo que encontraréis está a vuestra disposición, y agradeceremos vuestra opinión profesional. Y si no sois docentes, también. Bienvenidos al mundo de Sol Oscuro.





martes, 18 de agosto de 2020

Retales

Un imprescindible vídeo de Celtas Cortos, en el que el genial grupo lo clava al describir lo que es la Vida.

No os lo podéis perder.







lunes, 17 de agosto de 2020

Los peligros del pensamiento acrítico

Esta mañana, de estas veces que al poco de levantarte cometes la temeridad de poner las noticias, nos encontramos con uno de esos despropósitos que te hacen perder la poca fe que te queda en el sentido común humano. Nada menos que tres mil negacionistas de la pandemia de coronavirus (la cifra está dada por varios medios, pero francamente, nos da igual que fueran trescientos que treinta mil) reunidos en la plaza de Colón. Por supuesto, sin ninguna consideración por las precauciones sanitarias.

Cosas así se han dado en otros países. Los dos mayores exponentes han sido Estados Unidos y Brasil; si quienes están al mando son los primeros, qué otra cosa cabría esperar...  Pero claro, siempre te queda la pequeña esperanza de que este tipo de fenómenos no sucedan en casa. Pues no: una vez más, queda patente que la incultura, el egoísmo, la inmadurez y el pensamiento acrítico son un mal tan pandémico como el propio coronavirus.

Hace poco dedicamos en otro de nuestros blogs una entrada llamando a impulsar la crítica y el debate entre nuestros alumnos. Es la única forma de que aberraciones como esta no echen raíces y se contagien culturalmente, porque van más allá, como nos han demostrado con esta "manifestación", de creer en el horóscopo. Lo que se perpetró ayer fue un atentado masivo contra la salud pública, de donde seguramente han salido muchos contagios y crucemos los dedos para que ninguno acabe en muerte. Si así fuera, todos y cada uno de los concurrentes serían moralmente responsables de esas muertes, les guste o no.

El problema del pensamiento conspiranoico es su dogmatismo y su impenetrable acriticismo. Para el conspiranoico, no hay forma de demostrarle que está equivocado. Si hay pruebas que apoyen su versión, será el más reivindicado de los hombres; si hay pruebas en contra, están falseadas, y si no las hay, es porque "alguien" las oculta. En definitiva, que si sí, sí, y si no, también. Ojo: no estamos diciendo que versiones como en la que el virus "ha sido creado en laboratorios para diezmar a la población" no puedan ser ciertas. Tristemente, la humanidad se ha demostrado capaz de atrocidades semejantes. Lo que decimos es que es IMPOSIBLE sentirse tan seguro de que esa película es absolutamente cierta, porque no hay pruebas concluyentes. Y no, señores, un vídeo circulando por whatsapp en la que un tío, seguramente con bata y con la palabra "doctor" delante del nombre dando su testimonio, NO es una prueba. También Txumari Alfaro asegura ser "doctor" (en especialidades que no son impartidas por ninguna universidad).

Lo que ocurre en el cerebro acrítico es que se niega de plano a aceptar cualquier argumento que ataque su visión preconcebida del mundo, y acoge con los brazos abiertos a cualquier "me han dicho que" o "he visto un vídeo que" donde se refuercen sus fantasías. Porque es obviamente más fácil dar crédito a quien te da la razón, y echar con cajas destempladas a los cargantes de turno con su cantinela de siempre, su molesto escepticismo y sus ganas de cuestionarlo todo, que te dicen nada menos que, a lo mejor, estás equivocado.

¿El resultado? Tres mil personas (irresponsable arriba, irresponsable abajo) que incumplen todas las normas de seguridad porque están total y absolutamente convencidos de que todo es un cuento chino. Como si todas las muertes sucedidas y que están sucediendo fueran un chiste. Como si el trabajo sobrehumano del personal sanitario, de limpieza, de alimentación, etc. hubiese sido una farsa. Como si todos los médicos del país se hubiesen reunido en un sótano oscuro para jurar y ponerse de acuerdo en mantener el secreto. Es más, aunque opines que hay algo turbio detrás, la humildad y el principio de prudencia aconsejan seguir manteniendo las normas de higiene y distanciamiento social, porque puede suceder que estés equivocado (todos podemos estarlo) y con tu actitud egotista, inmadura y cerril estés poniendo en peligro muchas vidas... Pero claro, eso es algo que un conspiranoico no quiere en su visión del mundo. Para un conspiranoico, los responsables de los males son siempre los "otros". Es mucho más fácil vivir así.



miércoles, 12 de agosto de 2020

Hoy visitamos...

"Vampiros: La evolución del mito".


Siendo como somos fans del género de terror, y de los vampiros en particular, no podíamos resistirnos a echar un vistazo a esta exposición, organizada por Caixa Forum. Así que hemos sacado un rato para acercarnos a Atocha y ver qué podía ofrecernos.

Lo que tenemos en "Vampiros; La evolución del mito" es un interesante popurrí de material relacionado con el fenómeno del vampirismo desde las primeras películas del cine (con ese espeluznante Nosferatu de Mornau) hasta los más modernos mangas como "D: Vampire Hunter", junto con todas sus influencias literarias. Encontraremos vídeos con escenas emblemáticas, fotos de rodajes, antiguos ejemplares del "Drácula" de Stoker, vestuario de película, cómics (desde el Drácula de Marvel hasta Vampirella), grabados de Goya, carátulas de películas o cuadros inspirados en el fenómeno. La verdad es que resulta bastante curiosa e interesante, y te deja buen sabor de boca si eres aficionado a estas temáticas.

Lo que no nos gustó tanto fue el hecho de llegar allí y enterarnos que solo se podían conseguir las entradas online. La chica del mostrador se ofreció a gestionarlo en su ordenador, pero eso exigía introducir para sus bases datos personales como un correo electrónico (con el consiguiente envío posterior de spam) y la tarjeta de crédito. Alegaban que por razones de higiene, pero es evidente que eso no se sostiene. En cualquier establecimiento te ofrecen la posibilidad de usar un datáfono, y así se evitan todos los problemas. Al final, ante la perspectiva de que nos marcháramos, nos dieron esa alternativa, pero el tira y afloja nos dejó un poco de mal sabor de boca.

Os dejamos ahora con unas cuantas fotos de la jornada, por si acaso os decidís vosotros también a visitarla...


































































jueves, 6 de agosto de 2020

¡Pero es que no me da miedo!

Hace poco estuvimos en el cine viendo una de las últimas películas "de miedo" que se exponen en cartelera. Más o menos sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, así que el resultado no nos decepcionó; nuestra idea era pasar una tarde entretenida (y fresquita) en el cine, a donde hacía tiempo que no íbamos. Pero, en definitiva, el resultado fue ese: la película no daba mucho miedo, que digamos.

¿Cuál es el fallo? Los decorados estaban bien, los actores trabajaban correctamente... pero el guión era básicamente previsible. Y no por esa película en concreto, porque es algo que es un denominador común en todas las pelis modernas del género. El consenso básico es que basta unos escenarios lóbregos y unos cuantos sustos y gritos estridentes (cuando no escenas sangrientas) para suponer que el espectador quedará estremecido. Hummm... Lo más posible es que haga falta algo más que todo eso. En el caso que nos atañe, uno casi podía cronometrar el momento exacto en que vendría el siguiente golpe de sonido estridente o el siguiente susto cardíaco.

A nuestro juicio, para que una historia cree "mal rollo" hace falta algo más. Hay que tocar la fibra, sobre todo en el plano psicológico. Por ejemplo, la película de "La Comunidad", de Álex de La Iglesia, se sitúa en un simple edificio, sin zombis, fantasmas ni nada por el estilo. Pero el ambiente termina por hacerse claustrofóbico, con todos esos vecinos neuróticos que están dispuestos a todo para hacerse con el dinero. En la aún más antigua película "La invasión de los ladrones de cuerpos" se nos mete de lleno en un escenario en el que cualquiera de las personas que nos rodea puede no ser lo que parece... El resultado es una sensación de paranoia angustiosa.

No importa si metemos en el guión hombres lobo, vampiros o monstruos varios. No importa si se trata de una película completamente mundana como "La Comunidad" o hay una invasión extraterrestre por medio. Podemos poner todo el cuidado en la fotografía y la banda sonora, pero si no jugamos un poco con la psique del espectador, se quedará únicamente en una película "de sustos". Que tampoco están mal, todo hay que decirlo...