domingo, 18 de enero de 2015

¿Por qué decimos...?

No hay tu tía


Decimos "no hay tu tía" cuando nos referimos a una situación sin solución o que es de una manera determinada y no puede ser de otra, indicando a la vez que no se va a seguir hablando del asunto.

El origen de esta expresión es bastante curioso, data de la edad media y curiosamente no tiene nada que ver con la hermana del padre o de la madre. Resulta que los árabes preparaban, para problemas de la vista, un brebaje medicinal a base de óxido de zinc y otras sales metálicas. Esta medicina recibía el nombre de altutiyá.

El término se incorporó al castellano como atutía, y pronto fue aplicado como una especie de panacea capaz de curar todo tipo de lesiones y enfermedades. De ahí que cuando algo no tenía solución, ni siquiera aplicando el preparado, se dijera que "No hay atutía". La expresión fue evolucionando hasta llegar a su forma actual, cuando casi nadie recuerda ya las palabras precisas con que nació.










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