Llevarse el gato al agua
La expresión "llevarse el gato al agua" es una forma coloquial de decir "salirse con la suya", normalmente después de una discusión o debate. Pero para todos aquellos que ya estéis pensando qué tiene que ver esto con arrojar a un pobre minino al pilón, os aclararemos que el origen de este dicho no tiene nada que ver con gatos.
Y es bastante antigua, ojo. En la antigua Grecia existía un juego en el que dos hombres se agarraban entre sí e intentaban arrastrar al otro hasta un charco entre los dos. Cuando uno de ellos derribaba a su adversario, este se quedaba a gatas - de ahí el nombre - sobre el agua sucia, mientras que el ganador disfrutaba de las mieles del triunfo.
Por cierto, este juego acabó entrando en los ámbitos militares como un ejercicio de fuerza y resistencia, y terminó transformándose en el juego actual donde dos equipos tiran de los extremos de una cuerda para arrastrar a los rivales más allá de una marca en el suelo (lo del charco solo se ha mantenido entre los amantes de emociones fuertes).
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