Para aquellos que decidieron caminar sin rumbo fijo y aterrizaron en un lugar como éste. Aquí tenéis vuestro sitio.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Telediario herbívoro


"Entre las dificultades se esconde la oportunidad"


Albert Einstein





¿Por qué decimos...?

El origen de la palabra "siesta"

Ah, la siesta... esa magnífica costumbre de echarse un ratito después de comer y (supuestamente) de haber estado trabajando durante la mañana (aunque esto último no es requisito necesario). Un breve sueño parece devolver las fuerzas y la frescura para afrontar lo que la tarde traiga por delante...

¿Te has parado a pensar de dónde podía venir el nombre de tan sana costumbre? Pues curiosamente tiene sus raíces en el ámbito monacal. En las órdenes medievales, las horas del día se dividían según las tareas que tocaba desempeñar en cada una de ellas. Pues bien, una de las Reglas de San Benito establecía que debía guardarse reposo después de la "hora sexta", que coincide con el mediodía, la hora de más calor. Así, "sextear" fue el equivalente de reposar durante esta hora, y "hacer la sexta" fue convirtiéndose poco a poco en "hacer la siesta" ¡Qué cosas!






Un momento para la poesía











Pensatiempos

¿Sabrías decir cuántos cubos forman la siguiente imagen?










Saratoga: Acuérdate de mí

Os dedicamos hoy este temazo del nuevo disco de Saratoga,
el álbum "AETERNUS".










viernes, 16 de noviembre de 2018

Adiós al Rey




El pasado lunes nos dejó el genio inimitable de Stan Lee, un hombre cuya fértil (diría ubérrima) imaginación nos regaló personajes completamente inolvidables, que han llegado a convertirse en iconos de la cultura popular. Porque ¿quién - incluso sin ser aficionado a los cómics - no ha oído hablar de Spiderman, los Cuatro Fantásticos, Hulk, Iron Man y tantos otros (tiene más de 300 personajes creados en su haber)?

Te marchaste a los noventa y cinco (casi noventa y seis) años, y aún seguías luciendo esa sonrisa jovial y pícara, dejándote caer en esos cameos que todos los fans buscábamos en las películas como un ritual. Muchos son los que han seguido tus pasos o han cogido el testigo de tus personajes, pero tú, como tantos otros de tu generación, tenéis un mérito indiscutible y que nunca podrán igualar: fuisteis los pioneros, los que construisteis historias inigualables cuando no existían los medios informáticos ni los efectos especiales. Cambiasteis la forma de ver el mundo de muchas personas (para mejor), nos disteis sueños, héroes y heroínas que emular, y mucha, mucha emoción. Así que, aunque lamentamos mucho, muchísimo, que te hayas marchado, solo hay una forma de acabar este sentido homenaje, querido Stan Lee: con una de tus impagables sonrisas y exclamando:



¡EXCELSIOR!