Ya hace un tiempo que la estrenaron, pero aguanta en cartelera, y aunque eso no siempre es indicativo de la calidad de una película (solo de su popularidad) en este caso es una buena medida de lo que nos ofrece el título.
"Campeones" es un peliculón.
Para los que no lo sepan a estas alturas, nos cuenta la historia de Marco Montes (fenomenalmente interpretado por Javier Gutiérrez), un entrenador de equipos de baloncesto cuya vida anda bastante descarrilada, y que, por culpa de una imprudencia al volante, se ve obligado a cumplir servicios sociales entrenando a un grupo de personas con minusvalía intelectual. Lo que al principio le parece un infierno de tarea se va convirtiendo en todo un viaje de descubrimiento, tanto de la vida como en lo personal. Y no decimos más, porque la película hay que verla.
Y es que "Campeones" consigue contarnos verdades como puños al tiempo que evita sensiblerías fáciles, nos hace reír a mandíbula batiente, nos abre la mente y la vista, y nos lleva a replantearnos nuestros esquemas sobre lo que significa ser "normal". ¿Y hemos dicho ya que es terriblemente divertida? No hay ni un solo actor que no nos haga soltar una carcajada de simpatía. Desde luego, los autores de esta historia sabían muy bien que reírnos con alguien (y no de alguien, ojo) es la mejor forma de acercarnos a esa persona y empezar a entendernos.