Hace un sol de justicia...
Ahora que estamos en pleno verano seguro que has escuchado esta expresión, sobre todo si vives en un país cálido. Su significado está claro: si hace un sol de justicia es que hace MUCHO calor, pero ¿de dónde viene esta expresión?
Parece ser que su origen viene de una antigua forma de castigo, aplicada por muchas culturas, desde los egipcios hasta la Inquisición española y muchas sociedades adoradoras del sol. El castigo consistiría, precisamente, en inmovilizar al reo a pleno sol durante días y días (o hasta que el cuerpo aguante) sin agua ni sombra, exponiéndolo a la "justicia divina". Lo cierto es que muy pocas personas - culpables o inocentes - podían resistir este tormento sin deshidratarse, sufrir quemaduras o golpes de calor, así que es dudoso que se trate de un sol verdaderamente justiciero...