Sembrar cizaña
Decimos que alguien se dedica a sembrar cizaña cuando pasa el tiempo malmetiendo a unas personas contra otras, normalmente permaneciendo en un seguro y cómodo segundo plano. Así, causaría un perjuicio grande sin ensuciarse las manos.
La cizaña es una mala hierba de la familia de las gramíneas. Era muy importante que no creciera en los sembrados, porque si su harina se mezclaba con la del trigo, el centeno u otras espigas comestibles, resultaba tóxica e incluso mortal. Parece ser que existían personas que, para perjudicar al vecino, se dedicaban a "sembrar cizaña" a escondidas en los huertos de sus congéneres, y de ahí, la frase pasó a adquirir su significado actual.
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