Lo siento por Henry Cavill, que nos gusta en el personaje, pero Christopher Reeve ha sido, es y será el mejor Superman de todos. Y no sólo porque hizo creíble el personaje en una época en la que los efectos especiales estaban aún en calzoncillos (por fuera), sino porque el actor se convirtió en algo más. Hubo una magia, una transubstanciación que hizo que todos viéramos a Christopher Reeve como Superman, realmente. Cuando el actor sufrió el trágico accidente que lo dejó parapléjico, el mundo se preguntó incrédulo cómo podía ser queael hombre capaz de levantar un avión con las manos le podía haber pasado semejante tragedia. No podía ser, simplemente.
Pero fue, y a partir de entonces fue cuando Christopher Reeve empezó a mostrarse como el héroe que verdaderamente era. El documental que narra su vida -sobre todo a partir de ese momento- nos lo cuenta con pelos y señales, desde sus momentos más negros hasta el apoyo incondicional de su "hermano" Robin Williams, siempre con su familia a su lado, siempre.
Muy muy recomendable. Ya no estará en cines (de hecho, lo pusieron en muy pocos) pero seguramente lo sacarán algunas plataformas. Seguramente no termine un ojo seco, pero merece mucho la pena. Al fin y al cabo, habla de un auténtico superhéroe.
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