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martes, 29 de abril de 2025

Caldo de opinólogos

Bueno, acabamos de sobrevivir a otro ensayo de apocalipsis más: el gran apagón que ha sacudido la Península Ibérica y parte del sur de Francia el 28 de abril. Ha sido una experiencia extraña e impactante que nos ha enseñado, entre otras cosas, cuánto necesitamos la electricidad y las comunicaciones. Para muchos ha sido una sorpresa descubrir que no podían calentarse unas lentejas o ver vídeos en TikTok, cosas que la realidad no les dejaba hacer, se pusieran como se pusieran.

En opinión nuestra, y sin restar importancia a los incidentes en la red de transportes o situaciones similares, la respuesta ha sido rápida y eficaz. En menos de diez horas (en algunos casos menos, en unos pocos casos algo más) el suministro eléctrico estaba restituido y al día siguiente hemos estado casi encarrilados como siempre. No ha habido escenas de pánico y, si bien siempre hay excepciones, hemos observado que la gente se ha comportado con cierta calma y buen hacer. No hemos degenerado, como algunos agoreros piensan, en un mundo postapocalíptico a lo Mad Max.

Eso sí, a toro pasado no están faltando los opinólogos. ¡Qué digo faltando! Han brotado como setas en un día cálido de otoño. Fulanos Mengánez que hablan como si supieran sin ninguna duda qué es lo que ha pasado, sus causas y lo que ellos habrían hecho para solucionarlo. Pero vamos, que sin ninguna humildad ni riesgo de equivocarse. "Esto ha sido el Putin" o "Esto ha sido el Trump, que odia a los europeos" son frasecitas que hemos escuchado a nuestro alrededor. O "ha sido un ciberataque, claro". Nos apostamos una mano y no la perdemos a que estas personas no tienen mucha idea del oficio de electricista más allá de cambiar un enchufe, y mucho menos poseen información de inteligencia y espionaje acerca de las acciones de ambos dictadores.

No escuchéis a personas así. No saben de lo que están hablando. Repetimos: no tienen la más mínima idea. Si acaso tienen creencias que cuadran con cómo les gustaría que fuese el mundo o cómo se imaginan que es. Y lo peor no son los "cuñados de barra de bar" que pontifican como si fuesen expertos en geopolítica. Lo peor son los que difunden bulos a propósito para generar ruido, desinformación y desconfianza, cosas todas que sirven para sus propios objetivos y negocios. Porque no lo hacen desinteresadamente, os lo aseguro.

Pensad críticamente. Mantened la cabeza fría. Es la mejor manera de sobrevivir a estas incidencias cuando ocurren, y a los intentos de desinformación que les siguen después.


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