Para aquellos que decidieron caminar sin rumbo fijo y aterrizaron en un lugar como éste. Aquí tenéis vuestro sitio.

sábado, 25 de junio de 2011

Gredos y el pechiazul - II

Como muchos de vosotros estáis esperando un reportaje más detallado de nuestra excursión a Gredos, os contamos algo más de lo que vimos y vivimos por allí.

Antes de llegar, el camino en coche se hace entretenido, milanos en vuelo aparecen en varias ocasiones. Disfrutando del viaje milagrosamente nos encontramos con gente importante...


¿Qué me dices?


Nos vamos acercando a nuestro destino, señal de lo que nos espera, nos recibe esta estatua que cobrará vida luego...


En una rotonda




Ya en la plataforma que sirve de aparcamiento para dejar el coche, nos preparamos para una jornada intensa e intensiva, sol y mucho calor son los protagonistas. Como consejo, no pueden faltar la crema solar, grandes reservas de agua, unas buenas botas de montaña y una gorra o similar.

Echamos a andar a eso de las 10:00. Con mucha gente alrededor, el día festivo invita a disfrutar de una buena jornada en la montaña. La ruta que hicimos lleva hasta el Circo y la Laguna Grande de Gredos, la subida al Almanzor la dejamos para otra ocasión...

Nada más empezar comenzamos a ver con interés muchas cosas. Entre los piornos y matorral bajo van asomando algunos de los habitantes de Gredos.


Escribano montesino



Lagartija serrana





Cuando ya llevamos un rato caminando, comienza a pasar factura el sendero repleto de piedras. Con agujetas de después no queda otra opción que seguir subiendo para llegar a la Laguna Grande.


La mar de piedras



Y, cuando el ánimo se agota con el incesante calor, el premio del día aparece para darnos una alegría y ayudarnos a continuar con nuevas energías.

Pechiazul con comida



En época de cría conseguir ver a un pechiazul y a su polluelo cerquita es un doble privilegio.

Pollo de pechiazul, esperando su comida



Una de las primeras paradas fue en una poza con agua al lado de un puente. El croar clamoroso de decenas de ranas ofrecía un buen concierto coral, sinfonía acompañada del constante revoloteo de libélulas y caballitos del diablo.


Un buen acople



Libélula a mano



Siempre atentos a lo que hay a ras del suelo, descubrimos un pequeño avispero.

Celdas de papel




Como aún quedaba camino por hacer, haciendo camino seguimos... os dejamos para poder volver verso a verso, paso a paso nuestro relato escribimos.


Mucho por andar




  

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