Las aceiteras, además de ser unos utensilios que usamos en la cocina, son unos escarabajos bastante curiosos.
Su nombre procede de una sustancia (la cantaridina) que producen y exudan cuando son molestados. Esta sustancia se parece mucho al aceite. Meloe proscarabeus en latín y en inglés Oil beetle, nos recuerdan esta particularidad de este escarabajo.
Si las aceiteras se cogen y se manipulan pueden llegar a irritar la piel e incluso producir conjuntivitis. En el siglo XVII se usaba la cantárida como afrodisiaco, pero su ingesta producía molestias urinarias, priapismo e incluso muchas muertes tras sobredosis.
Además, su primera larva dispone de unas pequeñas uñas en sus patas con las cuales se sujeta a la piel de las abejas silvestres cuando van a recoger néctar. Luego se deja llevar por la abeja al panal, donde la larva se alimenta de los huevos de abeja y más tarde de la miel. Después de una nueva muda abandona el panal.
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Además, su primera larva dispone de unas pequeñas uñas en sus patas con las cuales se sujeta a la piel de las abejas silvestres cuando van a recoger néctar. Luego se deja llevar por la abeja al panal, donde la larva se alimenta de los huevos de abeja y más tarde de la miel. Después de una nueva muda abandona el panal.
Una aceitera comiendo |
2 comentarios:
Muy interesante. Alguna vez he visto estos bichillos, yo creía que eran más tirando a gusano en vez de a escarabajo. ¿Sabéis si pican? o es solo lo del aceite.
Depende de los que entiendas por "picar". Tienen aparato masticador, por lo tanto morder sí pueden, pero no es su mecanismo de defensa. En la foto aparece una mordiendo una planta porque es de lo que se alimentan. Pero, mejor que no las cojas por lo que comentamos en la entrada.
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