Con tanto toquetear teclas de acá para allá,
es normal que se nos salten las comas.
Pero, ¡POR FAVOR NO TE LAS COMAS!
Y si no te crees que una coma pueda ser tan importante,
has de saber que cuentan que en tiempos del zar Nicolás II,
hubo un hombre que se salvó de morir por una coma mal colocada. En efecto, el mensaje que debía llegarle al zar sobre el destino de este preso era:
"Perdón imposible, que lo condenen"
Pero un pequeñísimo error de puntuación convirtió la frase en:
"Perdón, imposible que lo condenen"
¡ Eso sí que es librarse por los pelos !
Qué bien que ahora tenemos goma
para borrar la coma...
No hay comentarios:
Publicar un comentario