¡Esa era la respuesta a la adivinanza de Blaculín!
La semana pasada estuvimos de viaje, y visitamos el curioso y sorprendente pueblo de Granadilla, en la provincia de Cáceres.
Granadilla fue abandonado cuando se proyectó la construcción de un embalse que dejaría el pueblo bajo las aguas. Pero hoy en día se encuentra en el extremo de una pequeña península, rodeado de aguas y arboledas.
Hemos dicho abandonado, pero no es del todo cierto. El lugar es una enorme aula-taller donde chavales del lugar realizan trabajos de pintura, carpintería, horticultura y restauración, devolviendo poco a poco la vida a la ruinosa Granadilla, en una iniciativa fresca, útil, original y muy, muy práctica.
Os dejamos con algunas fotos del sitio, animándoos a visitarlo, porque merece la pena.
Aprovechando los materiales a mano |
Decorando la información sobre el pueblo |
Viendo aves por los alrededores |
En la entrada del pueblo |
Una vista desde las murallas |
La vieja iglesia |
¡Y con este corazón tan grande nos despedimos
hasta nuestro siguiente destino!
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