1. Si cocinas para
otras personas, ese día el plato saldrá mal. Sobre todo si son
visitas de la familia.
2. A la hora de hacer tu postre favorito, los ingredientes correrán a esconderse en la parte menos visible del armario, y solo saldrán de nuevo cuando hayas terminado de cenar un insípido yogur.
3. La comida siempre
puede pegarse a cualquier sartén.
4. La carne que has descongelado pasará todas las pruebas de calidad cuando la enseñes a otros. Solo empezará a oler mal y coger colores verdosos después de haber estado cocinándola durante
cuarenta y cinco minutos.
5. Los abrefáciles
están diseñados específicamente para que se derrame el contenido
del recipiente.
6. El tapón de rosca
solo se abre con facilidad cuando se lo pasas a otra persona.
7. Las cantidades que
calcules para cuatro comensales tendrán un error de + 3
personas.
8. La sal de
cualquier salero únicamente se comporta de dos maneras: atascándose
o volcándose.
9. Cualquier pieza de
pescado desarrolla sus propias espinas una vez que has terminado de
quitarle las que tenía.
10. El comensal más
escrupuloso será quien encuentre dónde dejaste el anillo mientras
amasabas el bizcocho.
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