Unos cuantos años han pasado ya, tantos como veinticinco. Y si nos parecen muchos, decía la canción "que veinte años no es nada", así que cinco más no son más que un suspiro. La caída del muro de Berlín está aún latente en las miradas de todos los que siendo niños contemplamos cómo ése 9 de noviembre se venían abajo prejuicios, injusticias, soledades y barreras. El muro cayó, pero no calló el clamor de la gente que lo derribó.
Hoy miramos hacia Berlín y hacia otros tantos sitios por donde los trocitos de esa dura y fría pared contemplan otras realidades bien distintas por parques y ciudades como nuestro Madrid o Londres, que Google nos ha enseñado en su doodle conmemorativo. A nosotros nos apetece más recordarlo con aquel tema archiconocido de Pink Floyd que puso banda sonora a este momento de la historia.
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