En estas fechas el turrón está en boca de todos ¡y en más de un sentido! Se sienta con nosotros a la mesa, nos lo encontramos por todas partes cuando salimos a hacer la compra y nos tienta para picar entre horas, cortadito en las bandejas que han sobrado de las comilonas. Es posible incluso que te hayas animado a hacer tu propio turrón buscando en la red alguna receta casera. Pero con todo y con eso ¿estás seguro de que lo sabes todo sobre el turrón?
Parece ser que los griegos, en la época de las Olimpiadas, ya tomaban algo bastante parecido al turrón como alimento energético, formado por miel, almendras y otros frutos secos. Los antepasados del turrón bien pudieron estar en los zurrones de los soldados de los ejércitos griegos, persas y romanos, ya que era un alimento que aguantaba en perfecto estado durante mucho tiempo y además tenía un gran valor energético.
Pero el origen del turrón como tal tenemos que buscarlo en el siglo XI en la península arábiga. Después, traído por los árabes, se mantuvo su producción sobre todo en España e Italia. La tradición de comerlo en Navidad parece que data de 1584, donde en el libro “Conduchos de Navidad” el cocinero del rey Felipe II escribió que se elaboraba turrón en todas las casas de la Villa, mencionando la receta que incluso hoy día se sigue para los turrones más tradicionales de Jijona y Alicante. ¡Y es que el turrón tiene más historia de la que nos pensamos!
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