Estar a dos velas
Usamos la expresión "estar a dos velas" como sinónimo de andar mal de dinero en un momento dado. El origen de este dicho, precisamente por que no parecen tener nada que ver las velas con nuestro estado monetario, no podía dejar de ser curioso. De hecho, a falta de una, parece haber dos explicaciones a cómo nació esta expresión.
La primera de ellas alude al gesto que solemos hacer (o por lo menos se solía hacer) para señalar la falta de monedas, vaciando hacia fuera el forro de los bolsillos. Como acostumbraban a ser de tela blanca, podrían compararse por su forma alargada al estirarse con dos velas.
La otra posible explicación estaría en el hecho de que era habitual que, en las timbas de naipes, el que hacía de banca tuviese una vela a cada lado para poder contar mejor el dinero. Dejar a la banca "a dos velas" era dejar a la banca en quiebra, acompañada solo por el triste par de cirios.
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