Normalmente nos gusta recuperar en esta sección películas antiguas, pero después de ver recientemente esta magnífica obra del cine, no nos hemos podido resistir a compartir con vosotros nuestra opinión.
"Un monstruo viene a verme" es una obra de arte. La estética es inigualable, y en ningún momento los efectos especiales se entrometen con la historia. Una historia, ojo, realmente dura, de esas que rara vez dejan un ojo seco. Una historia que te golpea y te zarandea, prohibiéndote el refugio de la indiferencia. Pero si bien hay dolor y tristeza en la historia del pequeño Connor O'Malley, es un dolor de los que purifica, y una tristeza que es sano sentir. Si algo nos enseña ese entrañable y monstruoso tejo que acude a su cita siempre a la misma hora, es que los sentimientos son los que nos hacen estar vivos, y hay que aceptarlos con valor, en toda su crudeza y belleza.
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