Ese es el título de este libro de Eduard Punset, el genial comunicador que tristemente nos dejó ayer a los ochenta y dos años. Punset siempre se interesó por ese kilo y pico de materia blanda y gris que tenemos dentro del cráneo, y que es, sin duda alguna, la máquina más compleja que ha dado la evolución en la Tierra. Tanto, que incluso con los adelantos de hoy en día apenas estamos empezando a arañar sus secretos. Nuestra tecnología nos ha permitido llegar a ver las neuronas, identificar las zonas que se activan al realizar cada acción y detectar los mensajes electroquímicos que hablan sus células. Pero eso es poco más que intentar averiguar cómo funciona un televisor viendo las imágenes de su pantalla. El cerebro es complicado, tremendamente complicado. ¿Cómo consigue almacenar todas y cada una de las imágenes que nuestra memoria es capaz de evocar? ¿Dónde guarda las reglas gramaticales que usamos para construir nuestras frases? ¿Cómo interaccionan las zonas relacionadas con sentimientos y con análisis a la hora de tomar una decisión? Este libro no nos va a dar todas esas respuestas, porque todavía no las hemos desvelado. Lo que sí hará será llenar nuestra cabeza de fascinantes preguntas, que servirán para que nuestro propio cerebro reflexione sobre sí mismo. Y eso, si nos paramos a pensarlo, es quizás lo más alucinante de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario