No somos nosotros quienes negaremos los beneficios que ha aportado la telefonía móvil, sobre todo en situaciones de emergencia. Pero tampoco podemos pasar por alto todo el tiempo que a lo largo del día entregamos a estos dispositivos. Y el tiempo no es infinito: si se lo damos a los móviles, se lo estamos quitando a otras cosas. Reflexionad sobre ello. Pensad si seríais capaces de pasar uno o dos días sin un móvil - y no valen las excusas de siempre, porque hubo un tiempo en que podía vivirse sin ellos - y a qué podríais dedicar vuestro ocio en esos momentos de pausa en los que tan rápidamente echamos mano a la pantalla para revisar por enésima vez nuestro whatsapp. No se trata de renunciar a ellos, pero sí a evitar que consuman tan vorazmente el tiempo que merecen cosas mucho más enriquecedoras y valiosas.
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