Pasear por las calles en esta época nos trae recuerdos de nuestra niñez. Tiovivos y atracciones dan vueltas alrededor del aroma navideño que se nota ya desde hace mucho.
Y cuando pasas por delante también te acuerdas de un gran libro que tiñe de forma distinta a todos esos espectáculos de luces que van pasando de ciudad en ciudad. Con "La Feria de las Tinieblas", Ray Bradbury creó un arquetipo con muchos posteriores imitadores. A un pueblo llega una feria que parece fuera de lo normal: el maestro de ceremonias es un hombre con tatuajes vivos por todo su cuerpo, el tiovivo puede sumarte o quitarte años con cada vuelta, hay un hombre esqueleto, un laberinto de espejos y La Mujer Más Bella del Mundo. La feria promete hacer realidad todos tus deseos, pero no dice nada del precio...
Vueltas y más vueltas |
Will y Jim, dos niños de la ciudad, tendrán que enfrentarse a la oscuridad que hay detrás de las carpas y de los algodones de azúcar.
A partir de ahora, cuando veáis uno de estos cacharros, pensad en lo que puede haber tras ellos cuando las luces se apagan.
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