Salvado por la campana
Hay quienes piensan que el origen de esta expresión se relaciona con la campana de los "rings" de boxeo, suponiendo que el toque de campana significa el final del combate. Pero en realidad, el dicho se remonta mucho más atrás, allá por el siglo XIX, y no tiene para nada que ver con el pugilístico deporte.
Por aquellos tiempos, la medicina no estaba tan avanzada, y muchos médicos certificaban como muertes casos de catalepsia, coma e incluso simples desmayos. Esto podía acarrear un susto muy desagradable al paciente, que podía despertar metido en un cajón de pino y bajo tierra. A alguien se le ocurrió que podía ser un invento útil colocar una campana exterior conectada al interior del féretro con un cordel, para, si se daba el caso, pudiera avisarse del equívoco.
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