Feronia
El mes de noviembre estaba consagrado en la antigua Roma a la diosa Feronia, según algunas versiones una diosa menor, y según otras, una manifestación de la diosa Diana (la Ártemis griega). Servio creía que en realidad era una manifestación de la diosa Juno. Sea como sea, su nombre se debía a la ciudad de Feronia, donde la diosa tenía un templo y existía un bosquecillo bajo su protección. La leyenda dice que dicho bosque se incendió una vez, y que cuando los habitantes quisieron trasladar la efigie de la diosa a otro lugar, el bosque reverdeció para dar a entender que Feronia debía quedarse allí.
A pesar de que no es una deidad muy conocida en la actualidad, se han encontrado monedas con la efigie de Augusto y con la de Feronia en la otra cara, luciendo una corona. Además de ser una diosa de fertilidad natural, se la consideraba la protectora de los libertos, que acudían a su templo cuando adquirían su nueva condición y dejaban de ser esclavos.