Alimentar un blog como Territorio Apátrida, que ofrece cosas tan variadas, hace que el compromiso de escribir y sentarse frente al ordenador para ir cubriendo vuestras pantallas de contenido, sea una constante a la que enfrentarse. Todos los días lo hacemos con muchas ganas, siempre con energías renovadas.
Algunas veces sale mejor que otras, pero nuestra motivación siempre nos lleva a ir haciéndolo cada vez un poquito mejor si cabe.
Siempre intentas pensar en aquello que pueda tener una mayor acogida por vuestra parte. Pero eso de tratar llegar a toda la gente con aquello que escribes es de un futuro tan incierto que al final decides escribir sobre lo que te gusta. Si hay alguien que casualmente lo ve, se fija y conecta con tus palabras, siempre será una gran recompensa, por mucho que no logre una gran popularidad.
Sin ser puramente un blog vivencial, reflejamos en él muchas facetas nuestras, aunque lo mejor de todo nos lo reservamos. Alguien decía por ahí que nunca terminamos de conocernos a nosotros mismos por muchos años que pasen. En ese camino de descubrimiento, decidimos crear este blog para compartir nuestro lado más creativo, para compartir muchas cosas que nos gustan.
Y todavía queda mucho camino por delante...
¡Hay tantas cosas aún por hacer! y lo que nos hemos dejado atrás... os podríamos contar tantas historias, tantos momentos y detalles de lo que llevamos a cuestas, de nuestro sentir de experiencias vividas... que un solo blog no bastaría para poder hacerlo.
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Mientras tanto seguiremos avanzando por estos derroteros, que lejos de oler a derrota nos hacen levantar la frente y mirar alrededor con otros ojos.
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| Con todos vosotros |
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