Para aquellos que decidieron caminar sin rumbo fijo y aterrizaron en un lugar como éste. Aquí tenéis vuestro sitio.

jueves, 6 de febrero de 2014

Alternativas

En nuestra labor docente nos hemos encontrado más veces de las que nos gustaría con una actitud de falta de interés por tal o cual asignatura. La experiencia nos dice que esta apatía no tiene que ver con la clásica pregunta de "¿Para qué sirve esto?". Si bien saber de la utilidad práctica de algo ayuda a verlo con otros ojos, también es cierto que cualquier persona puede volcar toda su atención en algo totalmente "inútil" si eso despierta y alimenta su curiosidad personal.

La falta de interés puede estar originada por dos motivos: el desconocimiento o malas experiencias previas con el tema. ¡Cuántas caras largas hemos podido ver desde nuestro lado del aula cuando decimos que toca empezar un tema de geología! ¡Y cuántos ojos abiertos como platos han venido después al observar y toquetear muestras de rocas, fósiles y minerales, descubriendo que es verdad que algunos saben salados o que otros presentan irisaciones cuando los pones a la luz! La sociedad en la que vivimos tiende a presentarnos muchos campos de conocimiento como tediosos, sin dejar oportunidad para que cada persona compruebe por sí misma si le parecen aburridos o no.

Por otro lado, tenemos a aquellos que dicen "Es que nunca se me ha dado bien...", alumnos que, o bien no han tropezado con alguien que supiera explicarles (y ojo: uno puede saber enseñar a unas personas y no ser capaz de llegar a otras) o bien se creen que nunca serán capaces de entender. Es tarea del profesor acabar con esa incredulidad, eludir esa baja autoestima y mostrar que la mayoría de las veces las cosas son más sencillas de lo que  parecen. Y hacerlo de formas nuevas, que no suenen como "lo de siempre". Conseguir, casi podríamos decir, que el alumno entienda sin que ni siquiera sepa que está aprendiendo. Buscar, en definitiva, alternativas. Y para ello, la mejor y única herramienta es la imaginación. Parafraseando un diálogo de un cómic, un profesor no tiene un plan B, sino un plan 2; plan B quiere decir que solo se tienen otros veintiséis planes preparados.








No hay comentarios: