1. Todos los sitios para caminar parecen geniales en las fotos del ordenador.
2. La probabilidad de acierto del pronóstico del tiempo es inversamente proporcional a lo preparado que vaya uno para las condiciones previstas.
2. La probabilidad de acierto del pronóstico del tiempo es inversamente proporcional a lo preparado que vaya uno para las condiciones previstas.
3. La ruta indicada
como “fácil” lo es según el criterio de alpinistas expertos.
Las rutas verdaderamente fáciles están tan masificadas que
difícilmente se podrá siquiera aparcar el coche en el inicio.
4. Cualquier ruta de la
que nos digan que “no tiene pérdida” estará llena de
bifurcaciones sin señalizar.
5. Siempre se escoge la
bifurcación equivocada.
6. Los desniveles
señalizados en el mapa como de “150 metros” se concentran en
tramos de diez metros de longitud.
7. Las rutas
visualmente bonitas no tendrán una sola sombra en la que refugiarse.
8. Si tienen sombras y
además río, estarán llenas de mosquitos.
9. Si va con un amigo, es el que describió la ruta
como “fácil” y “sin pérdida”. Nunca recordará bien qué
bifurcación cogió la última vez.
10. Si después de
perderse, sobrevivir a los mosquitos, quemarse con el sol y salvar
pendientes del 40% consigue regresar al coche, las agujetas y las
ampollas de sus pies se encargarán de recordarle la experiencia
durante los próximos siete días.
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