Tener la mosca detrás de la oreja
Esta es una de esas expresiones de uso común que nos deparan una sorpresa cuando buceamos buscando sus orígenes. Porque resulta que no tiene nada que ver con esos molestos insectos que se dedican a zumbar en nuestras mesas en las tardes de verano.
"Tener la mosca detrás de la oreja" significa estar preparado para actuar, normalmente porque uno desconfía o huele que algo no va bien. La mosca del dicho, en sus orígenes, no era otra cosa que el nombre que daban los mosqueteros (existieron, sí: eran soldados que en la batallan disparaban mosquetes o arcabuces) al trozo de cuerda que usaban para encender el arma de fuego. Parece ser que cuando se preparaban para disparar, colocaban la mosca o mecha sobre su oreja, del mismo modo que algunas personas acostumbran a ponerse el lápiz o el boli para tenerlos a mano.
Por lo tanto, cuando los mosqueteros estaban ya dispuestos para abrir fuego, andaban "con la mosca detrás de la oreja". Para entonces, mejor no mosquearlos.
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