¡Vaya sorpresa la que me he llevado esta tarde!
Andaba buscando el libro de "La joven de las naranjas" y...
¡Me he encontrado con todos los apuntes
de las prácticas de Botánica de la carrera!
Esta es sólo la primera hoja...
De espermatofitos |
Al verla me vienen varias cosas a la cabeza:
- Vaya letra, lo que les decimos a nuestros alumnos para que escriban con mejor caligrafía viene muy al caso. Cierto es que no nos dejaban mucho tiempo para ver todos los ejemplares...
- Cómo se conservan las cosas en un papel. Nos estamos acostumbrando al formato digital para hacer casi de todo (que si iPad, que si PDA, que si pizarras electrónicas...) y el encanto de escribir se nos está olvidando. Y esto de hacerlo a mano no da problemas para tener que reiniciar el ordenador o que se quede sin batería. El ahorro de papel es una ventaja a tener en cuenta, pero también estos otros dispositivos generan muchos residuos cuando se nos incita a adquirir lo último en tecnología.
- La cantidad de cosas que metíamos en nuestras cabecitas... nomenclatura multidisciplinar aplicada hasta para nombrar el papel secante donde se conservaba cada planta.
Como todo, las cosas evolucionan.
Aquellos estudiantes que comíamos en el suelo de los pasillos, que hacíamos saltar los electrones de los circuitos en las prácticas de Física por llevar el pelo verde, que comíamos en diez minutos de camino a otras facultades para ir a las asignaturas de libre elección, que recolectábamos créditos con movilizaciones para que nos encendieran la calefacción de las clases, y otras tantas historietas más, aquí seguimos, aún con las botas puestas, y así seguiremos hasta que en el campo desaparezca el último reflejo de vida.
Mientras tanto, a formarnos formando a esos que serán los que vengan después y se encarguen de sacar su lupa a pasear para ver mejor el brillo del más deslumbrante de los escarabajos.
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