1. Por mucho propósito que se haga, las compras siempre se
dejan para el final, maldiciendo a ser posible a todos los miles de personas
que han hecho lo mismo que nosotros.
2. Cuando intentas regalar ropa, cualquier intento de adivinar
la talla está condenado al fracaso.
3. Incluso si preguntas previamente la talla, la ropa se
agrandará o encogerá en el paquete para no cuadrar con el destinatario.
4. Los regalos para los que pensamos la excusa “si no te gusta
ya me lo quedo yo” siempre terminan gustando.
5 . El artículo específico que buscas para ese regalo especial
se habrá agotado el día anterior en todas las tiendas.
6. Los zapatos que llevamos a descambiar el día después solo
podremos intercambiarlos por unas pantunflas con forma de dinosaurio azul.
7. La ropa tan elegante que regalas a tu pareja y tan cara te
costó mostrará una mancha o un descosido en cuanto salga de su envoltorio.
8. Ese regalo frágil que con tanto cuidado has transportado y
guardado, será agitado violentamente por el receptor cuando intente averiguar
qué es sin abrirlo.
9. Ese regalo único y original que crees que solo se te ha
ocurrido a ti se juntará con otros tres provenientes de familiares con la misma
idea.
10. Y por último, nunca regales un décimo de lotería, a menos que quieras que
te lo agradezcan con una llamada desde un yate nuevo en el Caribe.