En la mayor parte del mundo, los lobos han sido severamente perseguidos por el hombre. Esto ha contribuido a que estos animales se muestren cada vez más esquivos con las personas. Pero por mucho que como buen carnívoro esa sombra le acompañe allá donde campee, son unos animales de enorme y demostrada nobleza.
Cuando en una mirada sostenida ves esos ojos que, a la par que tranquilos, logran comunicarse lejos de cualquier lenguaje verbal, es cuando entiendes su serena grandeza.
Yo he tenido la suerte de tratar con ellos y os podría decir la cantidad de momentos que me llevo de aquella etapa. El buen Félix Rodríguez de la Fuente ya nos supo demostrar cómo la mala fama de nuestros bellos lobos no les hacía ninguna justicia.
Los tiempos cambian, las cosas ahora se ven de otra manera. Aun así, en muchos casos todavía conserva la imagen de alimaña que diezma rebaños de ovejas matando sin piedad.
Por rendirle un modesto homenaje, no dejaremos de hacer referencia a tan denostada especie, para nosotros muy querida. La película que lleva el mismo título que esta entrada es otro gran tributo a ellos. Con este boceto a lápiz Alpino que hizo Almu ayer por la tarde también queremos contribuir un poquito.
Para que siga escuchándose
en nuestros campos el aullido del lobo...
en nuestros campos el aullido del lobo...
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