Para aquellos que decidieron caminar sin rumbo fijo y aterrizaron en un lugar como éste. Aquí tenéis vuestro sitio.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Por el embalse de Rosarito

Ayer, día de la Constitución, nos constituimos una excursión a nuestra medida. 

El destino elegido esta vez fue el embalse de Rosarito, un privilegiado enclave entre las provincias de Cáceres, Toledo y Ávila. 

Pasando por Oropesa y tirando hacia Madrigal de la Vera, poco después de un camino lleno de robles melojos, ya estábamos a los pies de ese impresionante "charco".



Un gran horizonte





El reclamo para ir a este sitio no son sólo las vistas del Almanzor que se proyectan sobre el agua, las aves pululan por doquier. Entre algunas de ellas que se pueden ver: grullas, garzas, somormujos, limícolas, anátidas y gaviotas. Con tanto alboroto que organizaban parecía como si de una playa caribeña se tratase.


Antes de comenzar nuestro paseo para dedicarnos a ver aves, nos distraemos con los bonitos reflejos que se dibujan. El clamor constante de centenares de grullas que aparecen por allí, en las lindes de las tierras de campiña cercanas, pone la mejor banda sonora a esta espectacular película.




Lleno de reflejos





Como un espejo







Nos encontramos con algunas cosas que nos traen muchos recuerdos... son muchas las veces en las que hemos visto estrellas de tierra como ésta tachonando el suelo.



Una estrella en la tierra





Como la noche anterior seguramente hubo helada, se pueden ver las huellas de algún que otro visitante nocturno. En muchos rodales se observan por todas partes cómo los ciervos han pasado por allí. 



Huellas a pares






Y esto también es una señal de que la pesca es otra actividad que acontece en el sitio. 



Pesca reciente






De aves también se observan huellas. Reconocemos las de las grullas por las marcas tan características que dejan con esas grandes patas zancudas.

Pero verlas volando es infinitamente mejor...




Nómadas del viento




Despegando





A lo lejos divisamos unas cuantas decenas de cormoranes grandes entre alguna garza y diversos patos. Con las alas bien extendidas, dispuestos a secarse, teñían de negro la orilla.



A contar cormoranes




Y con un largo etcétera por añadir, no nos dio tiempo a verlo todo, en la lista de aves habría que incluir: abubilla, petirrojo, rabilargo, cormorán grande, garza real, milano real, lavandera blanca y cascadeña, mirlo, ratonero, cernícalo vulgar, varias gaviotas, escribanos y otras muchas, hasta aburrirse.


Las fotos que veis son solamente una pequeña selección de todas las que hicimos. Si queréis verlas en grande, ya sabéis, hay que hacer click sobre ellas.



Como despedida del lugar las avefrías asomaban por ambos lados de la carretera. Esta foto que veis a continuación la hicimos desde el coche.


Dos avefrías





Quizás querían anunciar la llegada del frío, pero, nada más lejos de la realidad, la buena temperatura hizo de la jornada un día especial en el que siendo de la Constitución nuestra mejor bandera fue la Naturaleza.







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