Hace unos días os contamos que estábamos preparando una estalactita en casa. Pues bien, el experimento se ha quedado en un "primer intento", aunque sí que se puede observar una pequeña estalactita colgando.
Os enseñamos cómo se hace por si queréis probarlo vosotros:
Necesitamos
- Un litro de agua.
- 15 cucharadas soperas de sal.
- Dos tarros de cristal del mismo tamaño.
- Una cuerda de nylon de unos 15 cm.
- Dos tuercas o argollas.
- Una bandeja.
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Los materiales que se utilizan.
Son fáciles de encontrar.
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Preparación
Cogemos un litro de agua caliente del grifo.
Le añadimos las 15 cucharadas soperas de sal.
Removemos hasta que se disuelva.
Echamos la disolución en los dos tarros,
para que tengan la misma cantidad de agua.
Ponemos el trozo de cuerda dentro de los tarros
sujetándolo con dos tuercas.
Acercamos los tarros hasta que la cuerda tenga
una inclinación adecuada para que
resbalen las gotas poco a poco y vaya
precipitando la sal sobre ese pequeño saliente.
Se deja que la preparación se vaya
evaporando sobre una bandeja.
Pasados unos quince o veinte días aproximadamente,
se formará un estalactita colgante
en el hueco de la cuerda.
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Primer día de nuestra estalactita. La sal aún no ha precipitado. |
Nuestro resultado
Os mostramos cómo nos ha quedado a nosotros:
La sal sí que ha ido precipitando alrededor de la cuerda.
Los primeros días solo la cuerda tenía sal.
Cuando pasaron unos diez días,
los tarros se empezaron a colmatar por el borde.
El resultado esperado era que únicamente la cuerda tuviera sal, algo que no ha ocurrido en nuestro caso.
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Así nos ha quedado |
Explicación
Las estalactitas son formaciones geológicas que se crean con el paso de muchísimos años como resultado de los depósitos minerales continuos transportados por el agua que se filtra en una cueva, especialmente el carbonato cálcico.
En el experimento que os hemos enseñado hay que controlar con mucha precisión que la distancia de separación entre los tarros sea óptima para que las gotas con sal vayan resbalando al ritmo adecuado, es decir, muy lentamente. Es posible que esto sea lo que falló. O podría ser que la disolución que hemos hecho esté sobresaturada de sal.
Como lo mejor es seguir intentándolo, os animamos a que lo probéis vosotros, seguro que os queda muy bien.
De momento es nuestro primer intento...
llegará el segundo...