Parece mentira que falte tan poco para poder alcanzar el cinturón negro de Hapkido... pero ya está ahí a la vuelta de la esquina el examen para poder serlo. Comencé esta andadura hace ya algunos años por el interés en la cultura oriental y por su filosofía aplicada a las artes marciales. Y aunque no consiga hacerme con el cinturón, para mí lo más importante es el camino recorrido lleno de experiencias y todos los momentos vividos.
Ya os contaré a ver qué tal sale la cosa...
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