Querida Ana:
Hoy me acuerdo especialmente de ti. Será porque hoy es tu cumpleaños, aunque hace ya mucho tiempo que no puedas celebrarlo. Hoy hubieras cumplido 83 años, una buena edad para ser una abuelita entrañable, como sin duda serías tú. Hoy quizás al lado de Peter estarías rodeada de un montón de nietos que harían las delicias de sus abuelos entonando a coro "cumpleaños feliz".
Hoy tu diario contaría ya con miles de páginas escritas, y multitud de fotografías también poblarían sus hojas.
Pero hoy no habrá tarta, ni velas que soplar, ni fiesta, ni regalos. Hoy solo nos queda tu recuerdo y el legado que dejaste en forma de uno de los mejores libros que hemos podido leer. Los buenos siempre os marcháis pronto... la inútil lacra de la guerra nos arrebató a una de las grandes...
HOY va por ti,
QUERIDA ANA FRANK
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