Podría contar muchas cosas sobre ella, tanto de la parte profesional como de la personal. Cuando todo el mundo entiende el triunfo como méritos laborales, yo me quedo con lo humano. De notas ejemplares, en lo que más destaca es como persona.
Cuando la vida te pone a prueba es cuando verdaderamente conoces a la gente. En este caso así ha sido.
Desde el primer día de clase de primero de la Facultad en que la conocí supe que era especial. Allí estábamos todos con caras de supernovatos. Cuando un profesor de Química, el Sierra, entró diciendo que solamente aprobaba el 16% su asignatura, ella riéndose levantó la mano y le dijo que eso era imposible. La semana siguiente Almu estaba en la pizarra ajustando reacciones "redox" de forma voluntaria. Me sorprendió mucho su carisma y su arranque, siendo la primera vez que estás en la universidad casi todo el mundo va con miedo, pero ella no.
Pero no era para nada una persona aburrida y pedante, de hecho recuerdo que las clases, los que nos sentábamos cerca de ella, eran un cachondeo. Desde caricaturas de los profes hasta prácticas de laboratorio en plan risas y experimentos locos (como cuando le dijo a su compañero de laboratorio, entre bromas, que probara un cachito de nueza, una planta con principios activos) o como cuando íbamos al Paraninfo y echábamos horas y horas, jamás me he reído tanto...
Todo eso fue el comienzo, desde entonces ya ha llovido. Me siento muy afortunado, no todo el mundo ha podido conocer cómo es ella verdaderamente. Yo sí, y eso vale mucho. Y ELLA VALE MUCHO.
Muchas cosas por contar, mucho vivido. Con todo eso y con su sonrisa es con lo que me quedo.
¡ÁNIMO!
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