Botánica oculta: Muérdago

Sobre ramas

El muérdago figura entre las grandes plantas mágicas de la antigüedad. Era sagrado para los celtas. Creían que cualquier cosa que viviese en los árboles era enviada del cielo como señal de haber sido escogido el árbol por el mismo dios. Lo utilizaban las mujeres para concebir y sanaba las úlceras eficazmente tan solo con que el paciente masticase un trozo de planta, dejando otro trozo sobre la herida.

Todos hemos leído los cómics de Astérix de pequeños. Su famosa "poción mágica" viene de los escritos de Plinio en los que hablaba de las virtudes medicinales del muérdago.

Enumerar todas las propiedades de esta planta sería algo muy extenso. La botánica oculta hace mención a todos los ritos y usos tradicionales que hacían uso de las plantas. Como estos ritos muchas veces cobran vida a través de las leyendas de los pueblos, hoy os queremos contar una historia sobre el muérdago.

Existe la costumbre o tradición de que besarse bajo una rama de muérdago es señal de amor eterno. ¿De dónde viene esta tradición? Por increíble que parezca viene de una leyenda de la mitología vikinga. Entre los dioses nórdicos había uno llamado Balder que era considerado el dios de la juventud, la vida y la belleza. Su madre, la diosa Frigga, estaba preocupada por la suerte de su hijo, porque sabía que Loki, dios de las mentiras y el mal, tramaba algo malo contra Balder. Frigga entonces bajó a Midgard, el mundo de los hombres, e hizo prometer a todos los seres vivientes, incluso a las piedras y el agua, que no dañarían jamás a su hijo. Después de ese día los dioses descubrieron que nada podía herir a Balder y crearon un pasatiempo que consistía en arrojar contra el bello dios toda clase de armas y objetos y se reían al ver que todos los proyectiles se desviaban para no dañar a Balder. Contrariado, Loki bajó a Midgard y empezó a buscar a alguien que no hubiese hecho el juramento. Después de mucho trabajo, encontró que Frigga había pasado por alto una pequeña mata de muérdago que crecía sobre un árbol. El astuto Loki cogió un trozo de esta planta y lo afiló poniéndolo en la punta de un venablo, luego regresó a Asgard donde los dioses continuaban con su nueva diversión. Loki se acercó entonces a Hoder, un dios que por su ceguera no participaba en el juego, le puso en la mano la lanza y le animó a arrojársela a Balder. Cuando lo hizo, Balder cayó muerto con el corazón atravesado. Cuando supo lo ocurrido Frigga quiso castigar duramente al muérdago y todos los demás dioses eran de su misma opinión. Únicamente la hermosa Freya, diosa del amor, salió en defensa del muérdago y desde ese día esta planta está bajo la protección de esta diosa, por lo que los enamorados le pueden confiar su juramento de amor.