Uno de los días que pasamos por Asturias, nos encontramos dentro de la casa donde estuvimos alojados a una araña que nos llamó mucho la atención por lo grande que era.
Lo siguiente fue coger un tarro de vidrio y un papel para llevarla a un sitio con más vegetación. Cuando hay algún mosquito, mosca, avispa o similar, también los rescatamos siempre y los ponemos a salvo de zapatazos o matamoscas. Se trata de coger un bote, recipiente o algo parecido (y no tiene por qué ser estrictamente de cristal) que tenga una abertura. Ponemos el bichillo dentro del frasco y por debajo interponemos una hoja de papel, periódico o semejante, y lo sujetamos. Cuando abramos la ventana o salgamos a la calle, basta con retirar el papel y dejar libre al animalillo.
Lo siguiente fue coger un tarro de vidrio y un papel para llevarla a un sitio con más vegetación. Cuando hay algún mosquito, mosca, avispa o similar, también los rescatamos siempre y los ponemos a salvo de zapatazos o matamoscas. Se trata de coger un bote, recipiente o algo parecido (y no tiene por qué ser estrictamente de cristal) que tenga una abertura. Ponemos el bichillo dentro del frasco y por debajo interponemos una hoja de papel, periódico o semejante, y lo sujetamos. Cuando abramos la ventana o salgamos a la calle, basta con retirar el papel y dejar libre al animalillo.
Para que veáis cómo lo hicimos y lo grande que llegaba a ser nuestra araña, ponemos esta foto, un poco desenfocada por la escasa luz que teníamos y además hacerla con una cámara compacta.
Lycosa tarentula |
Para que sepáis alguna curiosidad sobre estas afanosas tejedoras, deciros que algunas arañas son cazadoras submarinas, y usan una telaraña para cubrirse con una burbuja de aire y así respirar bajo el agua.
Por si fuera poco, el hilo de una telaraña puede llegar a ser cinco veces más resistente que un filamento de acero de igual grosor.
La naturaleza siempre nos enseña cosas ;-)
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