¡Qué crueles! pensaréis algunos estudiantes sobre vuestros profesores. Que sin piedad ninguna ponen exámenes sin previo aviso, hacen estudiar toda la larga lista de los nuevos países que formaban la antigua Unión Soviética o mandan resolver enésimas raíces cuadradas para el día siguiente.
Los crueles son los alumnos que después de una larga hora explicando cómo se calculan las operaciones más sencillas con decimales todavía nos entregan ejercicios como éste que hacen que deseemos sacarnos los ojos de las órbitas.
Cómo se come una coma |
No me negaréis que es como predicar en el desierto, océanos de soledad que dejan gran eco de ignorancia a su paso. Bendita Santa Paciencia que vienes a nosotros de vez en cuando para conducir al rebaño. Volvemos entonces a repetir una vez más la jugada, a explicarlo todo desde el principio con claridad y perseverancia.
Cuando ya das por hecho que toda la clase lo ha entendido bien y corriges, te encuentras con que la historia se repite.
Reacción del profesor, en mi caso yo misma: le arranco la hoja sin remordimientos y le mando que vuelva a hacer las operaciones desde el principio...
... CRUELDAD ABSOLUTA ...
Lo mejor es cuando al día siguiente vuelven y te dicen:
"Jo, Profe ¡al final me salieron las cuentas!"
Tú piensas: "CUENTA HASTA DIEZ ..."
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