Cuando nos ponemos a dibujar con los lápices hay muchas formas para poder hacerlo: teniendo un modelo de referencia, improvisando o haciéndolo de cabeza. En mi caso, la mayoría de las cosas que hago son imaginándomelas. A mí me parece más fácil hacerlo así, aunque todo el mundo me dice que con algo en lo que fijarte resulta más sencillo.
Ventajas de hacerlo de cabeza
* La imaginación crea dibujos nunca vistos antes.
* Puedes hacerlos como quieras.
* Si te equivocas puedes improvisar.
* Tienen un estilo diferente, el tuyo.
* Son dibujos genuinos.
* El arte se reinterpreta en tu cabeza.
Y las desventajas
* El realismo total solo se consigue con un modelo.
* Dominar otras técnicas es más difícil, aunque no imposible.
* La gente no ve lo que tú tienes en la cabeza.
Para aprender a hacer dibujos con estilos diferentes lo mejor es hacer algún curso de pintura o cómic. Nosotros ya hemos pasado por ahí. Todavía tenemos pendientes algunas técnicas como la acuarela, el pastel... pero hemos probado el óleo, el carboncillo, el collage y otras, incluso con los lápices Alpino se pueden conseguir buenos resultados.